lunes, 22 de noviembre de 2010

Lectura del día

Primera Lectura

Lectura del libro del

Apocalipsis del apóstol

san Juan (14, 1-3. 4-5)

Yo, Juan, tuve otra visión:

Vi al Cordero, en pie sobre el monte Sión y con él, ciento cuarenta y cuatro mil personas, que llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.

Y oí un ruido que venía del cielo, parecido al estruendo del mar y al estampido de un trueno poderoso; el ruido que oía era como el de un gran coro acompañado de arpas. Cantaban un cántico nuevo ante el trono, ante los cuatro seres vivientes y los ancianos.

Y nadie podía cantar el cántico, fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que acompañan al Cordero a dondequiera que va; estos son los que han sido rescatados de entre los hombres, las primicias para Dios y para el Cordero; en la boca de ellos no hubo mentira y son irreprochables ante Dios.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 23

Dichosos los limpios

de corazón.

Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos.

Dichosos los limpios

de corazón.

¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso.

Dichosos los limpios

de corazón.

Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob.

Dichosos los limpios

de corazón.

Evangelio

† Lectura del santo Evangelio

según san Lucas (21, 1-4)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: “Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Jesús contempla la acción realizada por la viuda en el tesoro del Templo, la cual sirve como enseñanza para sus discípulos y también para nosotros: ante los ojos de Dios tiene mucho más valor la poca ofrenda depositada por la viuda que las grandes cantidades depositadas por el rico. Porque la viuda pone en el arca todo lo que tiene para sobrevivir; pone en manos de Dios todo lo que tiene; pone su vida, expresando así que su única esperanza es la misericordia de Dios. La ofrenda del rico no es válida ante los ojos de Dios porque es interesada; tal vez el rico busca con ella calmar su conciencia, remediar su injusticia, tal vez exhibirse como generoso y devoto, o bien, junto con depositarla, proyecta acrecentar sus riquezas sin pensar en las necesidades de sus paisanos, ni en la exigencia propia de la ley de compartir los bienes con los más pobres. El texto de hoy nos muestra que es a partir de la generosidad, del desprendimiento, como vamos construyendo una nueva sociedad y una nueva Iglesia, en la que el compartir fraterno y generoso son el fundamento para vivir en forma coherente nuestra fe en Dios.

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