lunes, 7 de junio de 2010

Lectura del Dia

Primera Lectura

Lectura del libro del profeta

Sofonías (3, 14-18)

Canta, hija de Sión, da gritos de júbilo, Israel, gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén.

El Señor ha levantado su sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus enemigos. El Señor será el rey de Israel en medio de ti y ya no temerás ningún mal.

Aquel día dirán a Jerusalén: “No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador, está en medio de ti. El se goza y se complace en ti; él te ama y se llenará de júbilo por tu causa, como en los días de fiesta”.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Isaías 12

El Señor ha hecho

maravillas con nosotros.

El Señor es mi Dios y salvador, con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación.

El Señor ha hecho

maravillas con nosotros.

Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime.

El Señor ha hecho

maravillas con nosotros.

Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra. Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido grande con ustedes.

El Señor ha hecho

maravillas con nosotros.

Evangelio

Lectura del santo Evangelio

según san Lucas (1, 39-56)

Gloria a ti, Señor.

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno.Dichosa tú que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.

Entonces dijo María: “Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.

Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.

Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre”.

María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó a su casa.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexion.

El encuentro de dos mujeres embarazadas es narrado con mucha ternura. Es una escena que desborda alegría, vida y esperanza. María es la mujer que creyó en la Buena Noticia del nacimiento de Jesús el hijo de Dios. Una noticia tan buena y tan grande no se puede callar, pide ser compartida, anunciada a otras personas.

De esta manera se pone en camino para visitar a su prima Isabel, quien luego de vivir durante toda su vida como una mujer estéril también está embarazada. Dios ha puesto su proyecto salvador en las manos y el corazón de dos mujeres creyentes. Un niño salta de gozo, María canta feliz la grandeza del Señor que extiende su misericordia de generación en generación y el Espíritu Santo que ha sido derramado lo llena todo.

La comunicación de la Buena Noticia a los pobres encuentra en las mujeres un lugar privilegiado. En ellas se conjugan la ternura y la fortaleza, la sensibilidad y la lucidez; cualidades tan necesarias para ir al encuentro de los sufrientes y dar a luz con ellos la nueva humanidad del Reino.

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