martes, 4 de enero de 2011

Lectura del Día

Primera Lectura

Lectura de la primera carta

del apóstol san Juan (4, 7-10)

Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor.

El amor que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él.

El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Salmo Responsorial Salmo 71

Que te adoren, Señor,

todos los pueblos.

Comunica, Señor, al rey tu juicio y tu justicia, al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente.

Que te adoren, Señor,

todos los pueblos.

Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El rey hará justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres.

Que te adoren, Señor,

todos los pueblos.

Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra.

Que te adoren, Señor,

todos los pueblos.


Evangelio

† Lectura del santo Evangelio

según san Marcos (6, 34-44)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, al desembarcar Jesús, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando, y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

Cuando ya atardecía, se acercaron sus discípulos y le dijeron: “Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despide a la gente para que vayan por los caseríos y poblados del contorno y compren algo de comer”. El les replicó: “Denles ustedes de comer”. Ellos le dijeron: “¿Acaso vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?” El les preguntó: “¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver”. Cuando lo averiguaron, le dijeron: “Cinco panes y dos pescados”.

Entonces ordenó Jesús que la gente se sentara en grupos sobre la hierba verde y se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomando los cinco panes y los dos pescados, Jesús alzó los ojos al cielo, bendijo a Dios, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran; lo mismo hizo con los dos pescados.

Comieron todos hasta saciarse, y con las sobras de pan y de pescado que recogieron llenaron doce canastos. Los que comieron fueron cinco mil hombres.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

La actitud que caracteriza y fundamenta la vida y misión de Jesús es la compasión. Esta actitud se comprende como un sentir, en lo más íntimo del corazón, la miseria y el dolor humano, conduciendo así a la persona a un compromiso amoroso con los que sufren cualquier tipo de injusticia o marginación. La multiplicación de los panes relatada en este evangelio expresa de manera simbólica la misión a la cual está llamado Jesús: ser pastor de todos aquellos que se sienten oprimidos y violentados; es decir, conducir al pueblo de Dios por caminos que conduzcan a la vida. De igual forma, este gesto hace presente el amor y la misericordia que tiene Dios por el pueblo hambriento y desesperanzado, y nos muestra de manera clara la idea de cómo es el reino de Dios, concebido como un gran banquete presidido por el Mesías, en el que los pobres serán los invitados de honor. Esta multiplicación hace presente desde ya rasgos fundamentales de la Eucaristía, especialmente como celebración anticipada del reinado de Dios; es decir, como celebración de una vida fundamentada en la solidaridad y la compasión con los más necesitados, a la que todos los creyentes estamos invitados a asumir como actitud normal de vida.

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