sábado, 5 de febrero de 2011

Lectura del día

Primera Lectura

Lectura de la carta a los

hebreos (13, 15-17. 20-21)

Hermanos: Ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, el sacrificio de alabanza, es decir el homenaje de los labios que bendicen su nombre.

No se olviden nunca de practicar la generosidad y de compartir con los demás los bienes de ustedes, porque estos son los sacrificios que agradan a Dios. Obedezcan con docilidad a sus pastores, pues ellos se desvelan por ustedes, sabiendo que tienen que rendir cuentas a Dios.

Así podrán ellos trabajar con alegría y sin quejarse, pues lo contrario no sería para ustedes de ningún provecho.

Que el Dios de la paz, el que, mediante la sangre de una alianza eterna, resucitó de entre los muertos al pastor eterno de las ovejas, Jesucristo, nuestro Señor, los enriquezca a ustedes con toda clase de dones para cumplir su voluntad y haga en ustedes todo lo que es de su agrado, por medio de Jesucristo, a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Salmo Responsorial Salmo 22

El Señor es mi pastor,

nada me faltará.

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce, para reparar mis fuerzas.

El Señor es mi pastor,

nada me faltará.

Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad.

El Señor es mi pastor,

nada me faltará.

Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes.

El Señor es mi pastor,

nada me faltará.

Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida, y viviré en la casa del Señor por años sin término.

El Señor es mi pastor,

nada me faltará.


Evangelio

† Lectura del santo Evangelio

según san Marcos (6, 30-34)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces él les dijo: “Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen unpoco”.Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer.

Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.

Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.




Reflexión


El texto de hoy es la introducción al milagro de la multiplicación de los panes, en donde Marcos se encarga de presentar, a través de la figura del pastor, el corazón tierno y compasivo de Jesús. Los apóstoles (primera y única vez en la que aparece este título) han regresado de la gran jornada misionera con gran alegría, con muchas experiencias que compartir y reflexionar; ahora necesitan estar con Jesús, para seguir creciendo en la fe y en su compromiso con el Reino. Para ello, Jesús los conduce a un lugar solitario, a un lugar en donde puedan descansar y puedan estar a solas, en la intimidad, con el Maestro; sin embargo, son tantas las personas que acuden a ellos que no pueden ignorarlas o decirles que vuelvan luego. El descanso se convierte en hacer descansar del dolor y el sufrimiento a los otros; el descanso del grupo es sentir compasión, como Jesús la siente. El compromiso actual de todo creyente es asumir la actitud compasiva de Jesús; ser en todo tiempo solidario y amoroso con aquellos que sufren el dolor de la pobreza y la exclusión.

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