miércoles, 15 de septiembre de 2010

Lectura del día

Primera Lectura

Lectura del Libro de los

Hebreos 5, 7-9

Aprendió a obedecer y se ha convertido en autor de salvación eterna

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 32

Dichoso el pueblo

escogido por Dios.

Demos gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos, cantemos en su honor nuevos cantares, al compás de instrumentos aclamémoslo.

Dichoso el pueblo

escogido por Dios.

Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades.

Dichoso el pueblo

escogido por Dios.

Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que escogió por suyo. Muéstrate bondadoso con nosotros, porque en ti, Señor, hemos confiado.

Dichoso el pueblo

escogido por Dios.

Evangelio

Lectura del santo Evangelio

según san Juan

(19, 25-27)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, estaban junto a la cruz de Jesús, su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María Magdalena.

Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: “Mujer, ahí está tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí está tu madre”.

Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Ayer celebrábamos la exaltación de la Santa Cruz. Hoy la Iglesia nos propone celebrar a nuestra Señora de los Dolores. Mirando a María desde el ámbito del dolor, podemos decir que fue la mujer fuerte y valiente, que estuvo al lado de su Hijo hasta la muerte. Es la discípula fiel que acompañó a Jesús hasta el pie de la Cruz, sabiendo lo que esto significa: rechazo por parte del pueblo y las autoridades por estar al lado de un condenado. Pero ese condenado era su Hijo. La Madre Dolorosa nos hace recordar a tantas mujeres que día a día sufren la muerte de sus hijos, por el rechazo, la discriminación, la pobreza y miseria, las injusticias de esta sociedad. También recordamos a las valientes mujeres que luchan por construir un mundo mejor, que sacan adelante proyectos alternativos de vida y generadores de vida. Mujeres que son cabezas de familias que se desviven por sus hijos y, además, aportan los valores necesarios para que ellos sean de verdad hombres y mujeres de bien. Pidamos a nuestra Madre de los Dolores que nos la capacidad de afrontar las dificultades de la vida con un espíritu fuerte, valiente, esperanzador y luchador.

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