viernes, 20 de mayo de 2011

Lectura del día

Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos

de los Apóstoles (13, 26-33)

En aquellos días, Pablo continuó su predicación en la sinagoga de Antioquía de Pisidia

con estas palabras:

Hermanos míos, descendientes de Abraham, y cuantos temen a Dios: Este mensaje de salvación les ha sido enviado a ustedes. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús, y al condenarlo, cumplieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado: no hallaron en Jesús nada que mereciera la muerte, y sin embargo, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar.

Y después de cumplir todo lo que de él estaba escrito, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en el sepulcro.

Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y él, ya resucitado, se apareció durante muchos días a los que lo habían seguido de Galilea a Jerusalén. Ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros les damos la buena nueva de que la promesa hecha a nuestros padres nos la ha cumplido Dios a nosotros, los hijos, resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: eres mi hijo, yo te he engendrado hoy”.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 2

Jesucristo es el rey

de las naciones. Aleluya.

El Señor me ha consagrado como rey de Sión, su ciudad santa. Anunciaré el decreto del Señor. He aquí lo que me dijo:

Jesucristo es el rey

de las naciones. Aleluya.

Hijo mío eres , yo te he engendrado hoy. Te daré en herencia las naciones y como propiedad, toda la tierra. Podrás gobernarlas con cetro de hierro, y despedazarlas como jarros”.

Jesucristo es el rey

de las naciones. Aleluya.

Escuchen y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren al Señor con reverencia, sírvanlo con temor.

Jesucristo es el rey

de las naciones. Aleluya.

Evangelio

Lectura del santo Evangelio

según san Juan (14, 1-6)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en . En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.

Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy”.

Entonces Tomás le dijo:

Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?”

Jesús le respondió:

Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por ”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

En la pregunta de Tomás condensa el evangelista las dudas e incertidumbres del que quiere seguir a Jesús, pero no ve claro el camino para seguirlo: “No sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos conocer el camino?” Y eso que Tomás ha tenido la oportunidad de convivir con Jesús, no sabemos exactamente por cuánto tiempo; pero sabemos que es uno de los Doce. La pregunta refleja, entonces, la situación de la comunidad de Juan; tienen referencias de Jesús, pero en el momento definitivo, ¿hacia dónde hay que ir? ¿Qué hay que hacer? Juan les garantiza que Jesús es el verdadero camino, él es la verdad misma, y es la vida.

También es posible que nosotros alguna vez hayamos sentido desconcierto y quizás un poco de desorientación; es que hay tantosprofetas” y “mesías” en nuestro tiempo, quizás más atractivos que el mismo Jesús; pero, ¿a dónde conducen?

Luego para nosotros vale lo mismo la respuesta de Jesús a Tomás: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Roguemos para que siempre nos mantengamos en ese camino; que nunca nos alejemos de esa verdad.


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