viernes, 1 de abril de 2011

Lectura del día

Primera Lectura

Lectura del libro del profeta

Oseas (14, 2-10)

Esto dice el Señor Dios:

“Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo, pues tu maldad te ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense al Señor para decirle: ‘Perdona todas nuestras maldades, acepta nuestro arrepentimiento sincero,que solemnemente te prometemos. Ya no nos salvará Asiria, ya no confiaremos en nuestro ejército, ni volveremos a llamardios nuestro” a las obras de nuestras manos, pues sólo en ti encuentra piedad elhuérfano’.

Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré aunque no lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos.

Seré para Israel como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá profundamente sus raíces, como el álamo, y sus renuevos se propagarán; su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia de los cedros del Líbano.

Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las viñas, que serán tan famosas como las del Líbano. Ya nada tendrá que ver Efraín con los ídolos.

Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy como un ciprés, siempre verde, y gracias a , das frutos.

Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea prudente, que las conozca. Los mandamientos del Señor son rectos y los justos los cumplen; los pecadores, en cambio, tropiezan en ellos y caen”.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.


Salmo Responsorial Salmo 80

Yo soy tu Dios, escúchame.

Oyó Israel palabras nunca oídas: “He quitado la carga de tus hombros y el pesado canasto de tus manos. Clamaste en la aflicción y te libré.

Yo soy tu Dios, escúchame.

Te respondí, oculto entre los truenos, y te probé en Meribá, junto a la fuente. Escucha, pueblo mío, mi advertencia.¡Israel, si quisieras escucharme!

Yo soy tu Dios, escúchame.

No tendrás otro Dios, fuera de , ni adorarás a dioses extranjeros, porque yo el Señor, soy el Dios tuyo, que te sacó de Egipto, tu destierro.

Yo soy tu Dios, escúchame.

¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel mis mandamientos! Comería de lo mejor de mi trigo y yo lo saciaría con miel silvestre”.

Yo soy tu Dios, escúchame.


Evangelio

Lectura del santo Evangelio

según san Marcos (12, 28-34)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”

Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tusfuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos”.

El escriba replicó: “Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar alprójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”. Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: “No estás lejos del Reino de Dios”. Y ya nadie se atrevió a hacerlemás preguntas.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.



Reflexión



En un mundo en el que los dioses falsos atrapan tanto el corazón del hombre, recibimos hoy el reto de Jesús: “Ama a Dios sobre todas las cosas, con todo tu corazón”. – En un mundo en el que los odios,divisiones, guerras, opresión, injusticias, enturbian tanto los corazones de los hombres y sus relaciones mutuas, Jesús nos recuerda: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. – Amar desde el corazón, ése es elcamino. Con todo el corazón ha de orientarse cada cristiano, cada comunidad, hacia Dios, como la única dirección de vida. La originalidad de la respuesta de Jesús al fariseo no está en enunciar los dosmandamientos, sino en la equiparación del uno y del otro y en la centralidad que le asigna al segundo: el resto de la Ley son sólo corolarios de esta orientación fundamental de la vida. Todos los cristianosestamos llamados a esta doble fidelidad, a Dios y al ser humano. ¿Acaso no es esta doble fidelidad el eje central de nuestra vocación cristiana? ¿Qué te parece, estás centrado o des-centrado? ¿Qué hacer?

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