miércoles, 10 de marzo de 2010

Lecturas del dia

Demos gloria a nuestro Dios
Feria de la 3a. semana de Cuaresma
Haz, Señor, que siga con firmeza tu palabra

Primera Lectura
Lectura del libro del
Deuteronomio (4, 1. 5-9)
En aquellos días, habló Moisés‑al pueblo, diciendo: “Ahora,‑Israel, escucha los mandatos y‑preceptos que te enseño,‑para que los pongas en práctica‑y puedas así vivir y entrar‑a tomar posesión de la tierra‑que el Señor, Dios de tus padres,‑te va a dar.
Yo les enseño mandatos‑y preceptos, como me ordena‑el Señor, mi Dios, para que‑se ajusten a ellos en la tierra‑en que van a entrar y que van‑a tomar en posesión. Guárdenlos‑y cúmplanlos, porque ellos‑son su sabiduría y su prudencia‑a los ojos de los pueblos.
Cuando tengan noticia de todos‑estos preceptos, se dirán:‑‘En verdad esta gran nación‑es un pueblo sabio y prudente’.‑Porque, ¿cuál otra nación‑hay tan grande que tenga‑dioses tan cercanos como‑lo está nuestro Dios, siempre‑que lo invocamos? ¿Cuál‑es la gran nación cuyos‑mandatos y preceptos sean tan‑justos como toda esta ley que‑ahora les doy?
Pero ten cuidado y atiende‑bien: No vayas a olvidarte‑de estos hechos que tus ojos‑han visto, ni dejes que se‑aparten de tu corazón‑en todos los días de tu vida;‑al contrario, transmíteselos‑a tus hijos y a los hijos‑de tus hijos”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 147
Demos gloria a nuestro Dios.
Glorifica al Señor, Jerusalén,‑a Dios ríndele honores, Israel.‑El refuerza el cerrojo‑de tus puertas y bendice a tus‑hijos en tu casa.
Demos gloria a nuestro Dios.
El mantiene la paz‑en tus fronteras,‑con su trigo mejor sacia‑tu hambre.‑El envía a la tierra su mensaje‑y su palabra corre velozmente.
Demos gloria a nuestro Dios.
Le muestra a Jacob‑su pensamiento,‑sus normas y designios‑a Israel.‑No ha hecho nada igual‑con ningún pueblo,‑ni le ha confiado a otro‑sus proyectos.
Demos gloria a nuestro Dios.

Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Tus palabras, Señor,‑son espíritu y vida.‑Tú tienes palabras‑de vida eterna.
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (5, 17-19)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús‑dijo a sus discípulos: “No‑crean que he venido a abolir‑la ley o los profetas; no he‑venido a abolirlos, sino a darles‑plenitud. Yo les aseguro‑que antes se acabarán el‑cielo y la tierra, que deje‑de cumplirse hasta la más‑pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante‑uno de estos preceptos menores‑y enseñe eso a los hombres,‑será el menor en el Reino‑de los cielos; pero el que‑los cumpla y los enseñe,‑será grande en el Reino‑de los cielos”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

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